"Si la presencia de valores establece una jerarquía entre las acciones y entre las personas que los encarnan, los valores mismos se disponen entre sí también según un orden de preferencia, y el valor moral ocupa la cúspide. A su lado palidece la sabiduría, la creación artística o el carisma público: el hombre más bueno, el santo, marcha por delante del sabio, del genio o del estadista.
Pues es el caso que lo peculiar de los valores morales, a diferencia de los demás, estriba en ser universalmente exigibles. Nos lo contó Protágoras en unas páginas inmortales. El resto de las cualidades y destrezas técnicas o artísticas se reparten entre los humanos por naturaleza o por azar, y a la sociedad le basta eso para su funcionamiento. No todos tenemos que ser panaderos o músicos: basta con que haya unos pocos de cada clase para procurarnos el pan y alegrar nuestras fiestas. Pero el "sentido moral" (el respeto, la justicia) debemos adquirirlo todos mediante arduo aprendizaje. Sin él, la sociedad entera se viene abajo y los hombres no alcanzamos la plenitud. Por contraste con las otras dotes, en definitiva, de ésa somos responsables y su carencia nos puede ser echada en cara. Así que el hombre dotado de un impecable carácter moral no pierde créditos por notorios que sean sus defectos desde otros ángulos de la excelencia; pero será imposible admirar al genio con la misma devoción si sobre su conducta se cierne una sombra de sordidez. La excelencia moral es la que más vale porque, a poco que falle, las demás excelencias valen menos.
Último libro del profesor Aurelio Arteta en el que analiza y "tritura" tópicos verbales que nos acompañan habitualmente en nuestra forma de relacionarnos. Su análisis profundiza en el poder de las frases repetidas sin demasiada reflexión y las consecuencias que sobre las conductas públicas y sociales tienen.
"Si hubiera más lucha de ideas, habría menos lucha mortífera entre los hombres" declaró el profesor en una reciente entrevista; su libro trata de esto: de la anemia y raquitismo de ideas basadas en la reflexión personal debido, entre otras causas, a la necesidad de ser aceptado y evitarse problemas dentro del grupo humano donde se desarrolla la convivencia social.
Aurelio Arteta es catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad del País Vasco. Autor de ensayos éticos, entre ellos La compasión. Apología de una virtud bajo sospecha (1996) y La virtud en la mirada. Ensayo sobre la admiración moral (2002). Editor y coautor de manuales universitarios como Teoría política: poder, moral, democracia (2003) y El saber del ciudadano. Las nociones capitales de la democracia (2008) y Mal consentido. La complicidad del espectador indiferente (2010).
"Si hubiera más lucha de ideas, habría menos lucha mortífera entre los hombres" declaró el profesor en una reciente entrevista; su libro trata de esto: de la anemia y raquitismo de ideas basadas en la reflexión personal debido, entre otras causas, a la necesidad de ser aceptado y evitarse problemas dentro del grupo humano donde se desarrolla la convivencia social.
Aurelio Arteta es catedrático de Filosofía Moral y Política en la Universidad del País Vasco. Autor de ensayos éticos, entre ellos La compasión. Apología de una virtud bajo sospecha (1996) y La virtud en la mirada. Ensayo sobre la admiración moral (2002). Editor y coautor de manuales universitarios como Teoría política: poder, moral, democracia (2003) y El saber del ciudadano. Las nociones capitales de la democracia (2008) y Mal consentido. La complicidad del espectador indiferente (2010).
.
Tantos tontos tópicos
Aurelio Arteta
Ariel, Barcelona, 2012
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario