Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

sábado, abril 14, 2012

 Gian Lorenzo Bernini. El rapto de Proserpina, 1622
.
.
El rapto de Perséfone

.
Dama de Auxerre, 640 aC
Versión de una diosa minoica que se puede identificar con Kore
.

En la mitología griega , Perséfone también conocida como Kore "la doncella” es la hija de Zeus y la diosa de la cosecha Deméter. Reina del mundo subterráneo, en la mitología romana se le llama Proserpina.
.
Círculo del pintor Darío, 340 aC
El rapto de Perséfone
.
La leyenda de Perséfone comienza recogiendo flores en una pradera de Enna, en Sicilia; aunque el himno de Homero dedicado a Deméter, Ceres en la mitología romana,  habla de forma imprecisa de la llanura de Misa y otras tradiciones sitúan el hecho en Eleusis, junto al Cefiso, o en Arcadia, al pie del monte Cileno, donde crecía feliz junto a sus hermanas, Zeus, Atenea y Artemisa. De repente, cuando cortaba un narciso, la tierra se abre a sus pies y surge Hades, su tío, que la rapta. 
.
 Tumbas de Vergina, Grecia
El rapto de Perséfone
.
Perséfone grita pidiendo auxilio a su madre. El dios, poderoso y terrible, levanta a la muchacha, por cuya mejilla resbala una lágrima, que es una síntesis de todas las lágrimas; insensible a sus gritos. Deméter la oye y corre en su ayuda, pero, al no encontrarla, comienza un largo peregrinaje en seguimiento de su hija. Durante nueve días y nueve noches recorre Deméter el mundo, sin comer, sin beber, errante con una antorcha en cada mano, buscándola desesperada. 
.
Nicoolo dell' Abate. El rapto de Proserpina, 1570
.
Una tradición local afirma que fueron los habitantes de Hermíone, en la Argólide, los que avisaron a la diosa y descubrieron al autor. Aunque el mito más conocido afirma que al décimo día la diosa se encuentra con Hécate, quien le sugiere que consulte a Helios, el dios que todo lo ve. Este dios, efectivamente, ha visto todo lo sucedido y se lo confirma a la infortunada madre. La cólera de Deméter es tal, que abandona el Olimpo y se niega cumplir sus funciones. El hambre y la muerte asoló la tierra, y Deméter se enfrentó a Zeus advirtiéndole que aparecía su hija o ni un grano de trigo germinaría.
.
Rembrandt. El rapto de Proserpina, 1630-1631
.
El destierro de la diosa que cuidaba los trigales, facilitaba su germinación y aseguraba la madurez de los frutos incide en las cosechas y provoca la esterilidad de la tierra. Como la diosa se niega a hacer fructificar los campos, Zeus envía primero a Iris y después poco a poco a todos los dioses del Olimpo para convencerla de que regrese y fertilice la tierra. Ante el nulo resultado de sus embajadas, Zeus cede y envía a Hermes a Hades con la orden de que devuelva a Perséfone. Accede en principio el dios de los infiernos, pero engañosamente hace probar a la muchacha la comida de los muertos, un grano de granada le dio a probar, lo que la imposibilita regresar. 
.
 Dante Gabriel Rossetti. Proserpina, 1874
.
Se acordó entonces una solución de compromiso. Para contentar a Deméter, Zeus, que se sentía responsable de la suerte de Kore, dictaminó que a partir de aquel momento, la muchacha, con el nombre de Perséfone, pasase tres meses junto a su esposo en el Tártaro y el resto de los meses del año con su madre entre los vivos. Cuando Perséfone permanece junto a su esposo, es la estación invernal y el suelo queda estéril; cuando la joven sube al Olimpo, los tallos verdes la acompañan y comienza la primavera, siendo este el motivo por el cual la diosa es considerada “La Diosa de la Privamera”.
.
 Paul Cézanne. El Rapto, 1867
.
El mito de Perséfone está estrechamente ligado al de su madre Deméter y ambas reciben el calificativo de “las Diosas Agrícolas”. Su rito era el  festejo agrícola de mayor importancia de la antigua Grecia conocido con el nombre de “Los Misterios de Eleusis” que celebraba el regreso de Perséfone, pues éste era también el regreso de las plantas y la vida a la tierra.
.
 Deméter y Perséfone celebrando los Misterios, 440-430 aC
.
Los misterios eleusinos eran ritos de iniciación que se realizaban anualmente al culto de las dos diosas y se extendieron con posterioridad al Imperio Romano; en ellos se las adoraba en secreto y quedaban de este modo unidos el adorador y las Diosas fundiéndose las promesas divinas con las recompensas en la otra vida.
.
 Gian Lorenzo Bernini. El rapto de Proserpina, 1622
.

No hay comentarios: