Y ella contestó:
-¿Por qué has de importarme poco?-
Me siento como una gota de rocío
prendida de una hoja,
pero no estoy inquieta,
pues pienso que he habitado en esta rama
desde antes de que el mundo empezara.
-Te ruego que pienses en mí como en el rocío fugaz que sólo existe mientras la hoja lo sostiene.-
Su alteza recibió la carta, y, aunque deseaba acudir, pasaron los días sin que llegara a materializar su deseo. El último día del mes, que era de luna nueva, la dama escribió:
Si pasa el día de hoy
sin noticias,
¿cuándo volveré a escuchar,
cuco, tu voz apagada del cuarto mes?
Le envió el poema, pero como el príncipe tenía muchas visitas que hacer, no lo recibió hasta la mañana siguiente.
Respondió:
El canto del cuco en primavera
resulta doloroso,
Presta atención y pronto oirás su canto de estío,
rotundo y alegre a más no poder.
Diarios de damas de la corte Heian
Diario
Izumi Shikibu
(1002-1003)
.
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