René Magritte. Los amantes, 1928
Donde quiera en las noches
se abrirá una ventana
O una puerta cualquiera
de una calle lejana.
No importa donde o cuando...
puede ser donde quiera
Ni menos en otoño,
ni más en primavera.
Y hoy igual que mañana,
mañana igual que ayer
Un hombre enloquecido
besará una mujer.
Tal vez nadie lo sepa...
Como tal vez un día
Todos irán sabiendo
lo que nadie sabía.
Y para los amantes
su amor desesperado
Podrá ser un delito...
pero nunca un pecado.
Por eso el amor pasa
por las calles desiertas
Y es como un viento loco
que quiere abrir las puertas
Bien saben los amantes
que hay caricias que son
No una simple caricia
sino una posesión.
Y que un beso... uno solo
puede más que el olvido
Si se juntan dos bocas
en un beso prohibido.
No, un gran amor no es grande
por lo mucho que dura
Si se parece a un árbol
reseco en la llanura.
Y los amantes saben,
que sin querer siquiera
Hay un amor que crece
como una enredadera
Es natural que el agua
de un estanque sombrío
Sueñe en sus largas noches
con el viaje de un río.
Y si por algo es triste
la lluvia que no llueve
Será porque es la lluvia
condenada a ser nieve.
Es natural que un día
comprendan los amantes
Que no hay nunca sin siempre...
que no hay después sin antes.
Y así brota en el alma
la rebelión de un sueño
Que es como un perro arisco
que le gruñe a su dueño.
El amor... esa estrella
de una sombra infinita
Aunque muera cien veces...
cien veces resucita
Y suele ser un niño
de manos milagrosas
Que rompe las cadenas
y hace nacer las rosas.
Ya no habrá días turbios...
ya no habrá noches malas
Si hay un amor secreto
que nos presta sus alas.
Y el corazón renace
con renovada fe
Igual que los rosales...
que no saben por qué.
Donde quiera en las noches,
puede abrirse una puerta
Pero... tan suavemente
que nadie se despierta
Puede ser en otoño...
puede ser en verano
Tanto un amor tardío...
como un amor temprano.
Una mujer... un hombre...
y un oscuro aposento
Y allá afuera en la calle...
sigue pasando el viento.
Y si en la noche hay algo
queriendo amanecer
Es simplemente un hombre
que besa a una mujer.
se abrirá una ventana
O una puerta cualquiera
de una calle lejana.
No importa donde o cuando...
puede ser donde quiera
Ni menos en otoño,
ni más en primavera.
Y hoy igual que mañana,
mañana igual que ayer
Un hombre enloquecido
besará una mujer.
Tal vez nadie lo sepa...
Como tal vez un día
Todos irán sabiendo
lo que nadie sabía.
Y para los amantes
su amor desesperado
Podrá ser un delito...
pero nunca un pecado.
Por eso el amor pasa
por las calles desiertas
Y es como un viento loco
que quiere abrir las puertas
Bien saben los amantes
que hay caricias que son
No una simple caricia
sino una posesión.
Y que un beso... uno solo
puede más que el olvido
Si se juntan dos bocas
en un beso prohibido.
No, un gran amor no es grande
por lo mucho que dura
Si se parece a un árbol
reseco en la llanura.
Y los amantes saben,
que sin querer siquiera
Hay un amor que crece
como una enredadera
Es natural que el agua
de un estanque sombrío
Sueñe en sus largas noches
con el viaje de un río.
Y si por algo es triste
la lluvia que no llueve
Será porque es la lluvia
condenada a ser nieve.
Es natural que un día
comprendan los amantes
Que no hay nunca sin siempre...
que no hay después sin antes.
Y así brota en el alma
la rebelión de un sueño
Que es como un perro arisco
que le gruñe a su dueño.
El amor... esa estrella
de una sombra infinita
Aunque muera cien veces...
cien veces resucita
Y suele ser un niño
de manos milagrosas
Que rompe las cadenas
y hace nacer las rosas.
Ya no habrá días turbios...
ya no habrá noches malas
Si hay un amor secreto
que nos presta sus alas.
Y el corazón renace
con renovada fe
Igual que los rosales...
que no saben por qué.
Donde quiera en las noches,
puede abrirse una puerta
Pero... tan suavemente
que nadie se despierta
Puede ser en otoño...
puede ser en verano
Tanto un amor tardío...
como un amor temprano.
Una mujer... un hombre...
y un oscuro aposento
Y allá afuera en la calle...
sigue pasando el viento.
Y si en la noche hay algo
queriendo amanecer
Es simplemente un hombre
que besa a una mujer.
Canción de los amantes
José Ángel Buesa
José Ángel Buesa
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