Que habrá de ser mañana, corazón, si ya no lates.
Si ya no hablan tus ojos en silencio,
Si no tienes la razón de tu impulso extraordinario.
¿Que le diré a mi pecho cuando vea ya marchito
tu último alfabeto al final del calendario?
Cómo haré para seguir desandando los caminos
cuando se haya desgranado mi último rosario.
Que habrá de ser, corazón, si no palpitas
Si ya el silencio no habla en tu mirada
Si no te sangra la arteria en los amores
y los amores son sangre en tu morada.
¿Cual de todos los caminos que caminas
llevará hacia el hombre la esperanza?
Con quién reirá el niño cuando juegue
ese juego de ilusión en su existencia.
Que habrá de ser, corazón, sin tu presencia
en los campos minado de la mente
Cómo harán para comer diez mil mendigos
y los sedientos beber desde tu fuente.
Quién me traerá los suspiros
cuando lleguen sin aviso los recuerdos
Quién recordará dichos suspiros
cuando te hayan matado, corazón,
cuando hayas muerto.
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