Nut
Diosa del cielo, creadora del universo físico y de todos los astros. Pertenece a la Enéada de Heliópolis como hija de Shu y Tefnut; hermana y esposa de Geb (La Tierra) de quien fue separada violentamente por su padre Shu (El aire) y madre de los dioses osiriacos, tenidos de Geb; como tal, recibía el título de "La grande que da el nacimiento a los dioses"; sus hijos fueron: Osiris, Isis, Seth, Neftis y Horus el Viejo. Nacieron en los epagómenos (los 5 días que se añadían a los 360 de su año civil formado por 12 meses de 30 días) en egipcio, "los cinco días durante el año". Cada año, se celebraban esos días en todo Egipto y eran considerados aciagos por todos lo dioses excepto por Isis y, a veces, por Horus el Viejo; a estos hijos suyos se les llama "Hijos del Desorden", debido a las perturbaciones que, con sus disputas, introducen en la creación. Los cinco días estaban marcados como:
Día 1, nacimiento de Osiris (día desafortunado)
Día 2, nacimiento de Horus (día afortunado o desafortunado )
Día 3, nacimiento de Seth, (día desafortunado)
Día 4, nacimiento de Isis (día afortunado)
Día 5, nacimiento de Neftis (día desafortunado)
Día 3, nacimiento de Seth, (día desafortunado)
Día 4, nacimiento de Isis (día afortunado)
Día 5, nacimiento de Neftis (día desafortunado)
Asumió los atributos de aquellas diosas locales que tenían cometidos similares, así como las entidades de varias diosas antiguas de la naturaleza y madres de los dioses. También estaba asociada al sicomoro, como Hathor, ofreciendo sus frutos y bebida al difunto. Nut siempre fue vista como amiga y protectora de los muertos y estos acudían a ella para obtener comida, ayuda y protección, como un hijo acude a su madre. El favor que Nut daba a los difuntos era el poder renacer, como el sol surgió del huevo producido por Geb y Nut, y les capacitaba para acompañar al dios-sol cada día desde su nacimiento y para atravesar la Duat a salvo. Su sicomoro era su morada y estaba situado en Heliópolis; sus ramas se convirtieron en un lugar de refugio para las almas cansadas durante los fuertes calores del verano al mediodía. Este era también el sicomoro bajo el que, asegura la tradición, la Virgen María se sentó y descansó en su viaje a Egipto. En tiempos tardíos, los sacerdotes de Dendera aseguraban que el hogar de Nut estaba en su ciudad y que allí dio a luz a Isis.
En Heliópolis se la convertía también en madre de Ra y se la identificaba con una vaca (Mehet-Urt). Según las inscripciones del Reino Nuevo, registradas en las tumbas de algunos de sus reyes, Ra, una vez vencida la rebelión de los hombres, le pidió a Nut que le llevara a los cielos; Nut, cuando llevaba a su padre Ra, sufrió vértigo; Shu la sostuvo con sus manos, elevando todo lo que había sido creado, convirtiendo a los dioses en estrellas. La separación de Nut y Geb representa la distinción entre el caos inicial y el orden del mundo, el primer acto de creación y el gran poder creativo que supuso haber apartado las aguas que estaban encima de la tierra y establecer al sol entre el cielo y la tierra fue el que hizo posible el nacimiento de los dioses, seres humanos, animales, etc.
"Según un mito, Nut daba a luz al sol diariamente; pasando sobre su cuerpo, el sol llegaba a su boca, en la que desaparecía para recorrer el interior de su cuerpo y renacer a la mañana siguiente. En otro mito se cuenta que el sol navegaba por sus piernas y su espalda hasta el mediodía, momento en el que descendía por sus brazos hasta el ocaso, para entrar en la Duat o Mundo Inferior.
Una tradición tardía establece una equivalencia precisa entre las partes del cuerpo de Nut y las horas; así sus labios corresponden a la segunda hora, sus dientes a la tercera, la garganta a la cuarta, el busto a la quinta, etc; en su vientre, el Sol ha alcanzado la décima hora y nace de nuevo.
"Según un mito, Nut daba a luz al sol diariamente; pasando sobre su cuerpo, el sol llegaba a su boca, en la que desaparecía para recorrer el interior de su cuerpo y renacer a la mañana siguiente. En otro mito se cuenta que el sol navegaba por sus piernas y su espalda hasta el mediodía, momento en el que descendía por sus brazos hasta el ocaso, para entrar en la Duat o Mundo Inferior.
Una tradición tardía establece una equivalencia precisa entre las partes del cuerpo de Nut y las horas; así sus labios corresponden a la segunda hora, sus dientes a la tercera, la garganta a la cuarta, el busto a la quinta, etc; en su vientre, el Sol ha alcanzado la décima hora y nace de nuevo.
Se representaba en los sarcófagos acogiendo al difunto con las alas extendidas, o en el interior de la tapa, como mujer con los brazos levantados, ayudándole en el Más Allá para hacerle renacer, o como representación del cielo en la otra vida del difunto. El faraón es confiado a su madre en su nombre de tumba y ella le abraza y protege en su nombre de sarcófago. Aparece con el cuerpo arqueado y apoyando sus miembros en los cuatro puntos cardinales, como una bóveda celeste; por regla general, la parte donde está su cabeza es el Oeste y la otra el Este; su cuerpo aparece a veces vestido de estrellas para representar el cielo nocturno por el que viaja la barca; también se la ve con los cuernos y el disco de Hathor, llevando en sus manos un cetro de papiro y el símbolo de "vida"; o como una vaca (como Mehet-Urt); en otras ocasiones lleva un aguamanil o una vasija sobre su cabeza y el símbolo jeroglífico del cielo. En algunas representaciones aparece sobre su marido Geb ( La Tierra) y a quien su padre Shu (El aire) intenta separar con los brazos, representación gráfica completa del mito. Originaria de Heliópolis, tiene su santuario en Menfis y la región del Delta; también tenía otro en Dendera. Su fiesta se celebraba el día 18 del mes de Famenoth. Su festival era el día 19 del mes de Thot, junto con Ra.
"Cuando Ra todavía gobernaba el Mundo, fue advertido de que su hija Nut (Rea), diosa de los espacios celestes, tenía comercio secreto con Geb (Cronos), dios de la Tierra, y que si en algún momento diese a luz un niño, este gobernaría la humanidad, por lo que Ra maldijo a Nut de manera que nunca podría tener un hijo en ningún día y ninguna noche del año ("Asi nunca Nut pueda dar a luz niño alguno ni en el transcurso del mes ni en el transcurso del año"). Nut pidió consejo al gran Thot (Hermes), dios de la sabiduría, quien por cierto estaba enamorado de la diosa, de la que también había obtenido favores en su momento.
Nut y Thot
Este, por medio de su sabiduría, encontró la forma de evitar la maldición. Thot acudió a Jonsu, dios lunar, cuyo brillo era entonces casi como el del Sol y lo desafió a un juego de mesa, en el que Jonsu apostaba su propia luz. Ambos jugaron y la suerte siempre estaba de parte de Thot, hasta que Jonsu fue derrotado. La apuesta consistía en 1/72 parte de la luminosidad diaria de la Luna, y desde entoces Jonsu no ha tenido suficiente fuerza para brillar a lo largo del mes, por eso mengua y se recupera. Con esta luz Thot creo 5 nuevos días, conocidos como epagómenos, en el calendario que hasta entoces constaba de 12 meses de 30 diás cada uno y los añadió justo al final del año, de manera que no pertenecían ni al año viejo ni al nuevo.
Thot y Jonsu
Así Nut pudo tener a sus 5 hijos, y al mismo tiempo se cumplió la maldición de Ra. Primero nació Osiris, y su nacimiento fué anunciado como el de un dios bondadoso y benefactor del pueblo (" El gran señor de todas las cosas ha aparecido bañado por la luz"). El segundo fue reservado para el nacimiento de Horus (Apolo), hijo de Osiris e Isis, el tercero para Seth (Tifón), quien no nació ni en el tiempo que le correspondía ni por el camino adecuado, sino rasgando el costado de su madre Nut. El cuarto día nació Isis , entre las marismas, y el último Neftis (Afrodita, Teleuté y Victoria)".
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